La crisis del periodismo mexicano, dos ejemplos

La información de primera mano no es muy buena, pero deja ver que en México carecemos de un sólo medio público digno de llamarse como tal. La crisis se extienda en distintas plataformas: la radio, la prensa, la televisión y los medios universitarios. El mejor ejemplo es el Caso Canal 22.

Desde que Vicente Fox llegó al poder, ningún otro presidente había hecho tanto por convertir a un medio público en un vocero oficial. Con el sencillo hecho de nombrar a un hombre de dudosa reputación como responsable de la dirección de Canal 22 -y quitando para ello del camino a un intelectural apartidista y prestigiado- Enrique Peña Nieto es el directo responsable del impasse institucional que vive actualmente el medio de alcance nacional.

Horizontal tiene un buen recuento de La crisis del Canal 22.

En Jalisco las cosas son más o menos iguales con C7, un medio con distintas plataformas que reune crecimiento técnico con decadencia de contenidos propios. Aquí el gobierno del estado acaba de nombrar a un nuevo responsable, y repitió el error que cometió a inicio de sexenio: dejar como responsable a un operador político con conflictos abiertos con distintos líderes de opinión. Alguien que perpetúe el papel de las estaciones de radio, las señales de que los canales estatales son departamentos de boletines para la era digital.

El Respetable, un medio político, tiene una nota sobre el nuevo titular de C7.

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